En su nuevo proyecto La deuda. No hay dónde esconderse en campo abierto, el artista Miguel Fernández de Castro retoma la noción tradicional del paisaje y la altera desde el arte contemporáneo para abordar problemáticas sociales como la migración. La propuesta del artista estará en exhibición a partir del sábado 26 de agosto y hasta inicios del 2024 en Espacio Uno, en MARCO.

La relevancia del proyecto del artista está en su aportación a la historia del paisaje, que normalmente no está asociado a estrategias post conceptuales, donde la idea es superior a la estética tradicional o a los medios convencionales. En La deuda, Fernández de Castro resignifica el concepto del paisaje a través de la problemática social que implica la migración, representada a través de los uniformes de camuflaje que suelen adquirir los inmigrantes para hacerse desapercibidos a las autoridades migratorias.

En los últimos años, el artista sonorense ha colaborado con uno de los talleres de costura dedicados a la elaboración de ropa de camuflaje, ubicados en el municipio de Altar, Sonora, que colinda con el condado de Pima, en Arizona, Estados Unidos. El poblado se localiza en la frontera de México con Estados Unidos y tiene flujo migratorio. Entonces, los clientes principales de los talleres de costura son las organizaciones de tráfico de migrantes, conocidos como “polleros”.

Las prendas de camuflaje comúnmente son utilizadas como uniforme por los militares para no ser identificados por otro agente o enemigo cuando trabajan en campo. En el caso de los compradores en la localidad de Altar, el estampado de camuflaje tiene como objetivo que los migrantes pasen desapercibidos a la vista de las autoridades que vigilan la zona fronteriza. Entonces, la función del camuflaje está subvertida: de un contexto militar o bélico donde es portado por elementos de fuerzas armadas de los gobiernos, las prendas pasan a ser utilizadas en una situación relacionada con la migración ilegal y el tráfico de personas. En la actualidad, la economía de Altar se beneficia de diferentes aspectos directos e indirectos de la migración indocumentada. La comercialización de las prensas de camuflaje tiene una alta demanda; también otro tipo de negocios como transporte, ropa, hoteles, casas de empeño, restaurantes, bares, entre otros.

Las casas de empeño con frecuencia reciben cargamentos de ropa de camuflaje como garantía de un préstamo, por el valor comercial que tienen en el contexto del municipio de Altar. Fue el caso de la dueña del taller de costura con el que colaboró el artista para este proyecto, ella empeñó pacas de ropa recién elaborada en el 2018 y con el monto del préstamo adquirió una máquina de coser industrial. La empresaria decidió no recuperar la mercancía porque los colores actuales del paisaje de Sonora cambiaron de tonos verdes como el de la ropa empeñada, a colores arenosos por varias razones. Una fue el natural cambio de estación que transforma los colores en el paisaje desértico; otra fue la sequía que ha afectado la región a consecuencia de la ganadería excesiva, de la minería a cielo abierto, de grandes zonas agrícolas dedicadas a monocultivos, entre otros aspectos.

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